A diferencia de la psicomotricidad fina que trabaja movimientos y actividades de precisión y coordinación, la psicomotricidad gruesa
se encarga de trabajar todas las partes del cuerpo, por medio de
movimientos más bruscos como es caminar, correr, saltar y demás
actividades que requieren esfuerzo y fortalece cada parte del cuerpo.
Es importante trabajar la motricidad gruesa desde temprana edad para que los niños fortalezcan sus músculos y adquieran agilidad.
Con
el paso del tiempo y por medio de diferentes ejercicios los niños
pueden mezclar el movimiento de su cuerpo con las emociones,
pensamientos y sentimientos.
Para que
puedan expresar por medio de cada parte de su cuerpo y conozcan lo que
pueden hacer al tener control del mismo, tanto en la parte física como
emocional.
Por medio de la psicomotricidad gruesa
se realizan movimientos amplios, para cambiar de posición el cuerpo y
trabajar el equilibrio, que es el que permite que se puedan realizan
diferentes actividad y aun caminar de una forma apropiada sin caerse.
Además de trabajar los movimientos del cuerpo, por medio de ejercicios de psicomotricidad gruesa, también se ayuda a que los niños puedan expresarse de forma apropiada a partir de gestos.
Los ejercicios para fortalecer la psicomotricidad gruesa
no deben ser un sacrificio, ya que estos se pueden realizar por medio
de divertidos juegos que permiten que los niños fortalezcan los
músculos, el equilibrio y mezclen cada uno de estos aspectos con la
parte cognitiva.
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